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Se teme que, en la actualidad, las poblaciones de polinizadores tienden a declinar, tanto en número como en estado general de salud. Ese declive presenta una amenaza importante a la biodiversidad, a las cadenas alimentarias del mundo entero y a la salud de la población humana. El declinar de los polinizadores se atribuye a diversos factores, entre ellos, el uso indebido de plaguicidas y herbicidas; la fragmentación, pérdida y degradación de los hábitats, lo que a su vez disminuye los alimentos disponibles y los lugares de aparejamiento, nidificación, pernoctación y migración; la competición enérgica de las especies exóticas; las enfermedades, los predadores y los parásitos; el cambio climático, y la diversidad floral insuficiente.
Algunos ejemplos:
- El número de colmenas comerciales en los Estados Unidos ha descendido de 5,9 millones en 1940 a 2,7 millones en 1995 (datos de Ingram et al., 1996, citados en Kearns et al., 1998). Las abejas asilvestradas prácticamente han desaparecido en los Estados Unidos (Watanabe, 1994).
- El Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de los Estados Unidos (Fish and Wildlife Service) tiene una lista de las especies que considera amenazadas; por lo menos son polinizadoras dos de las de murciélagos y trece de las de aves. No se sabe cuántas especies de insectos de esa lista son polinizadoras ni cuántas de las plantas amenazadas necesitan polinizadores (Nabhan, 1996).
- También son polinizadoras, por lo menos 82 de las especies de mamíferos y 103 de las de aves que se consideran en peligro de extinción o ya extinguidas, según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Sus Recursos (UICN; véase Nabhan, 1996).
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